De ese punto
en que bajan los pájaros
acechan barriletes gloriosos
remolinos de sombras acontecen
estrechos adalides danzantes
se vierte un jarro en mi boca
de espuma clara asombrosa
sacude y remueve los perfiles
del pavo que descansa en mi cabeza
Hay un viento que recorre cada esquina
y en el semáforo cruza la avenida
Por la vereda de enfrente
viene engañándome el sol
aunque en ese afán de ir mas lejos
lo pesqué
Al dar un salto de cordón
lo veo real
radiante
y me mira a la cara
mientras ríe burlonamente
marca ahora sí
el verdadero Este.
1 comentario:
Desde ese punto... me encanta!.
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