El olor a noche entró por su nariz.
Llegó a lo mas profundo de su ser.
Alteró cada nervio
despertando hasta la última
célula dormida.
Sus pupilas se llenaron de estrellas
y de cielos azules casi negros.
Su corazón palpitó al ritmo
de los latidos del oscuro bosque.
En el medio del silencio, la recordó
pero no quería
que nada ni nadie supiera de ella
para no romper el encanto.
Así cerró nuevamente sus ojos
y se durmió
con una frase en los labios:
“voy a soñar con vos sin pronunciarte”.
2 comentarios:
te sigo, silenciosamente mujer...
un saludo :)
gracias Venuza...
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