Es mi casa
lo fue desde que nací
y lo será hasta que muera.
Allí fui árbol
y tierra mojada.
Rayos de sol
colándose entre troncos.
Viento con aroma
a sal y pinos.
Piña caída
y luego quemada
en el hogar.
Palomas ululando
en una mañana fresca.
Atardeceres
en el balcón.
Murciélagos
volando en la noche.
Tardes de invierno
juntando flores
y de verano
jugando cartas.
Niña y adolescente,
mujer y madre.
1 comentario:
Hola Naty´s.
Sólo quería decirte que me gustó mucho lo que leí de tus poemas, y también lo que pude percibir.
Pareces una de esas tantas personas especiales que se entrecruzan en esta escena donde todos intentamos llegar a ser. Lo bueno es que, a diferencia de muchos, pareciera que te gusta detenerte a disfrutar del viaje.
Total.. al final todos llegamos, no?
Un placer haberte leído (aunque no leí todo)
Ah! yo también fui árbol alguna vez! Quizás algún día te cuente.
Besos!
Ariel
No tengo ganas de anotarme en nigún lado en este momento, pero te dejo un mail por si te interesa: ariel1020@hotmail.com
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