Si confieso que
aun hoy te necesito,
pensarás que miento.
O quizás, en tus entrañas
lo estés deseando,
lo sepas desde siempre.
Quizá haya sido ese
tu malvado plan,
el de atarme
eternamente
al camino del olvido,
llevarme
a rastras,
dejarme enredada
en las células
que conforman el tiempo,
que no es tiempo
sino vacío,
ese tiempo
que nunca existió
ni existe
ni existirá,
pero que es tan real,
ese que esta en mi cabeza
y que nadie conoce,
solo yo.
1 comentario:
los opuestos son complementarios... y eso duele y es triste.
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